Es noticia estos días la presencia de una nueva especie ciprínido en la cuenca del Guadiana. El nuevo inquilino en cuestión es Pseudorasbora parva, un pez cuya área natural de distribución se sitúa en la parte este de Asia (incluyendo algunas islas japonesas y también zonas de Korea y Taiwan). Se detectó por primera vez en Europa hacia el año 1960, en Rumanía y su expansión por toda Europa no ha parado desde entonces, principalmente por introducciones intencionadas procedentes de acuariofilia o como pez pasto como alimento a depredadores de mayor tamaño. En España se conoce su presencia desde 2002 en la cuenca del Ebro, y más recientemente se ha tenido constancia de su presencia en los ríos Ter y LLobregat. Ahora se le suman los registros obtenidos por la Confederación Hidrográfica del Guadiana en el río Alcollarín, donde han encontrado algo más de 300 ejemplares. Entre los efectos ecológicos derivados de la invasión de P. parva se incluye la competencia con las especies autóctonas por sus hábitos alimenticios zooplanctónicos y herbívoros.
En fin otro problema añadido a los que ya sufren las especies autóctonas en la cuenca del Guadiana.
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